Los intelectuales de Lázaro Báez

A los intelectuales K, que se dicen
portadores de “lo justo”, no se les ocurre reclamar al gobierno que
informe sobre las cuentas de las concesiones privadas o contratos de la
obra pública. Los intelectuales no le piden ninguna explicación a los K:
colocan su alambicada redacción política al servicio del encubrimiento.
Para ningunear las denuncias, Carta
Abierta se pone maximalista: “la corrupción más importante -dicen- es la
que ocurre en las grandes transacciones capitalistas e instancias
implícitas de gerenciamiento de dineros privados”. Como la mierda es
generalizada, todos son impunes. ¿Pero quién hizo posible esa
“corrupción más importante” sino el kirchnerismo? En estos diez años,
rescató a los dos pilares del menemismo, los acreedores de la deuda
pública y los privatizadores -aunque, en este último caso, para
transferir en forma parcial la propiedad del capital extranjero a la
‘burguesía nacional’. La ‘reconstrucción de la burguesía nacional’ ha
significado una gigantesca transferencia de riqueza social. El saqueo de
Roggio y Cirigliano de los ferrocarriles y el de Lázaro Báez de la obra
pública no son compartimentos estancos. Báez, Boudou y otros no son
sólo un eventual asunto penal: retratan una orientación social -algo que
también disimulan, del otro lado del mostrador, Carrió y compañía.
Para variar, los de Carta Abierta
atribuyen las denuncias a un clima destituyente. Pero no quieren ver que
el ‘revoleo’ de carpetas y fotos provienen del riñón de la camarilla
kirchnerista, ex secretarias, funcionarios e incluso fiscales o
magistrados que habían defendido a funcionarios del gobierno en el
pasado, como el juez Lijo. Lanata y los suyos se han limitado a propagar
esas filtraciones. Estamos ante una señal incuestionable de
disgregación política del kirchnerismo. Carta Abierta llega tarde
incluso para denunciar una conspiración, porque los supuestos
destituyentes forman parte de la base política y empresarial del
gobierno.
Los intelectuales oficialistas parangonan
la supuesta escalada golpista contra CFK con la caída de Irigoyen, o de
Arbenz en Guatemala. Pero los K no han llegado siquiera a los escarceos
de Irigoyen con la Standard Oil, o de Arbenz con la United Fruit. Para
enfrentar el vaciamiento petrolero que él mismo promovió, el gobierno de
Carta Abierta acaba de pactar con Chevron uno de los acuerdos más
leoninos de la historia nacional, luego de haber enriquecido a Repsol
con un vaciamiento petrolero enorme. El golpe de derecha es una excusa
para escamotear las contradicciones mortales del kirchnerismo y para
para disimular sus pactos entreguistas -dolarización parcial,
devaluación, reprivatización petrolera. La oposición derechista no es
una opción para el capitalismo mientras el gobierno sea el único capaz
de frenar las paritarias con porcentajes de aumento inferiores a la
inflación; controle al millón de desocupados con los ‘planes’ y rasque
la olla de la Anses y el Banco Central para pagar la deuda externa. El
FMI ha vuelto a advertir que sería negativo un fallo contrario a
Argentina en el litigio con los fondos buitres.
El desbarranque de los intelectuales K
adquiere una marca mayor cuando presentan a las cuestiones de la ‘etnia
qom’ como una “falencia en el debate público” (sic). En una carta
anterior, sin embargo, habían comparado la política de tierras del
kirchnerismo con la de Roca en la Guerra del Desierto. Es, precisamente,
la política de los acaparadores de tierras la que ha llevado a Gildo
Insfrán a instalarse al lado de CFK en la tribuna del 25 de Mayo.
Los Lázaro Báez del intelecto producen,
naturalmente, más náuseas que los que giran dinero clandestino al
exterior o roban en la obra pública.
Fuente de la información: http://po.org.ar/blog/2013/05/30/los-intelectuales-de-lazaro-baez/
No hay comentarios:
Publicar un comentario